sábado, 13 de febrero de 2016

LAS PLANTAS CARNÍVORAS SABEN CONTAR


Cuando escasean los nutrientes del suelo, las plantas carnívoras necesitan incorporar insectos o arañas en sus dietas. Sin embargo, cerrar el órgano de captura alrededor de sus presas conlleva un gasto de energía muy alto y, por eso, la planta tiene que decidir cuidadosamente si le merece la pena hacerlo. 

Un estudio publicado enero en la revista Current Biology y en el que participa el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) desvela que, para tomar esta decisión, la planta utiliza los números

El estudio se ha realizado en la Dionaea muscipula o venus atrapamoscas, una planta carnívora que para detectar a sus presas, cuenta con la ayuda de pelos sensores en la superficie de las hojas de captura. Según los autores, la venus atrapamoscas es capaz de contar cuántas veces estos pelos han sido tocados por el insecto para decidir si merece la pena atraparlo y digerirlo.
Un primer contacto con el pelo sensor no es suficiente para cerrar la trampa (podría ser una falsa alarma), pero sirve para ponerse alerta. Un segundo contacto en menos de 30 segundos, y el órgano de captura se cerrará sobre su presa. La venus atrapamoscas es capaz de contar cuántas veces estos pelos han sido tocados por el insecto.  Mientras intenta escapar, el insecto vuelve a tocar repetidamente el pelo sensor. Esto provoca el cierre hermético de la trampa que forma lo que los autores denominan “estómago verde”. Más información, aquí

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