En nuestra limitada percepción del mundo exterior, es tan importante lo que el cerebro espera ver como lo que realmente ve.
Nuestros ojos ven la escena y el cerebro interpreta que está ante una habitación, «y todas las habitaciones son rectas».
Los movimientos de las niñas confunden al cerebro, porque parecen
cambiar de tamaño, pero el cerebro tiene grabado tan profundamente que
esa habitación «ha de ser como todas las demás habitaciones» que la mente prefiere creer... ¡que las niñas cambian de tamaño!
En
realidad se trata de una habitación construida de una
manera... peculiar: su perspectiva está tremendamente deformada,
incluyendo los muebles que contiene, el lado izquierdo que es más grande
que el derecho y hasta algo de pendiente. Pero el ángulo de cámara se ha elegido cuidadosamente para que parezca normal en cada toma.
Aquí tienes otra ilusión. Intenta averiguar el truco y que no te engañen tus sentidos.
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